A partir del 1 de enero de 2025, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) sufrirá un incremento que impactará directamente en el costo de gasolina, cigarros y bebidas saborizadas. Este ajuste, calculado con base en una inflación anual del 4.55% reportada en noviembre de 2024 por el INEGI, provocará alzas significativas en los precios finales al consumidor.
En Durango, el precio promedio de la gasolina Magna podría alcanzar los 26 pesos por litro, dependiendo de factores como la marca de la gasolinera, la ubicación y los métodos de transporte. Para la Premium y el diésel, los costos también se incrementarán considerablemente. El IEPS será de 6.4555 pesos por litro para la Magna, 5.4513 pesos para la Premium y 7.0946 pesos para el diésel.
Los cigarrillos estarán sujetos a un impuesto de 0.6445 pesos por unidad, mientras que los refrescos tendrán una carga de 1.6451 pesos por litro. Aunque en otros países estos impuestos se destinan a mejorar servicios públicos como salud e infraestructura, en México no existe una estrategia clara para el uso de esta recaudación.
Hay que recordar que este impuesto se ideó con la finalidad de desincentivar el consumo de estos productos. El tema de salud en los cigarros y refrescos. Y la contaminación en las gasolinas fueron fundamentales para tomar la decisión de generar carga impositiva.
Mauricio Holguín, consejero de CANACO en Durango, expresó su preocupación al respecto. "Es necesario que estos recursos sean destinados a mejorar servicios de salud, particularmente en tratamientos para enfermedades como diabetes y cáncer, así como a programas de concientización. Sin embargo, parece que estos ingresos se destinarán únicamente a programas sociales, sin un impacto directo en infraestructura o servicios básicos", afirmó.
Este incremento en los costos básicos será un desafío para la población, especialmente en un contexto económico donde los precios de productos esenciales ya representan una carga significativa para los hogares mexicanos.