Más de la mitad de la actividad económica en Durango se desarrolla en la informalidad, situación que afecta de manera directa a los sectores formales como el comercio y los servicios de alimentos. Así lo señaló el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Raúl Montelongo Nevárez, al advertir que la falta de regulación genera condiciones desiguales para quienes cumplen con obligaciones fiscales.
De acuerdo con el dirigente, los negocios informales operan sin pagar impuestos, prestaciones laborales ni rentas en muchos de los casos, lo que les permite reducir costos de manera significativa frente a las empresas establecidas. Esta dinámica, dijo, impacta la competitividad y limita el crecimiento del sector formal, que enfrenta cargas económicas mucho mayores.
Montelongo Nevárez subrayó que la informalidad no solo afecta a los empresarios, sino también a los propios trabajadores, al dejarlos fuera de esquemas de seguridad social, acceso a créditos y estabilidad laboral. "Es un fenómeno que se ha discutido desde hace tiempo, pero que requiere atención inmediata", sostuvo.
Ante este panorama, el CCE llamó a las autoridades municipales, estatales y federales a implementar programas que incentiven la transición hacia la formalidad. Entre las propuestas mencionadas están esquemas de apoyo fiscal temporal, capacitación administrativa y facilidades para el registro de pequeñas unidades económicas.
El dirigente aclaró que el objetivo no es inhibir la actividad económica de quienes hoy trabajan en la informalidad, sino generar condiciones que les permitan incorporarse de manera gradual a la economía formal sin poner en riesgo su subsistencia. "Se necesita voluntad política y acompañamiento para que el paso sea posible", expresó.
El organismo empresarial también planteó la necesidad de fortalecer los mecanismos de inspección y vigilancia, con el fin de equilibrar las condiciones de competencia en sectores donde la presencia de la informalidad es más visible.
Montelongo reiteró que el reto es estructural y de largo plazo, pero insistió en que el punto de partida debe ser el diseño de políticas públicas que reduzcan las brechas entre la formalidad y la informalidad en el estado.