La hipertensión avanza sin freno en Durango

La hipertensión arterial se ha convertido en uno de los principales enemigos de la salud en Durango. Aunque muchos la consideran una "enfermedad silenciosa", sus consecuencias son tan visibles como mortales.

En lo que va del 2025, se han registrado 6,965 casos, de los cuales 1,024 derivaron en infarto, de acuerdo con cifras oficiales de salud. El año anterior, el estado cerró con 10,995 diagnósticos y 1,226 infartos, lo que confirma una tendencia que preocupa cada vez más a las autoridades médicas.

Lo alarmante no solo es el incremento de casos, sino la edad de quienes comienzan a padecerla. Cada vez se detectan más jóvenes con hipertensión, un fenómeno que, aunque representa una proporción menor, enciende las alertas en el sector salud por el riesgo de desarrollar complicaciones a edad temprana.

Los especialistas advierten que el estrés, las dietas altas en sodio y el consumo de bebidas energéticas o alcohol están influyendo en la aparición de esta enfermedad entre adolescentes y adultos jóvenes. De acuerdo con médicos cardiólogos, la mayoría de los pacientes desconoce que padece presión alta hasta que sufre una complicación grave, como un infarto o un accidente cerebrovascular. Este desconocimiento, sumado a la falta de chequeos médicos regulares, agrava el panorama y eleva el riesgo de mortalidad.

La Secretaría de Salud en Durango ha insistido en la importancia de mantener una vigilancia constante: medir la presión arterial al menos una vez al mes, reducir el consumo de sal y grasas, evitar el sedentarismo y priorizar la atención médica oportuna. No obstante, el cumplimiento sigue siendo bajo, especialmente en zonas rurales donde el acceso a servicios médicos es limitado.

La hipertensión no da señales, pero sí consecuencias. Cada cifra registrada representa una vida en riesgo, una familia afectada y un sistema de salud que enfrenta uno de sus mayores retos.