La informalidad golpea a la industria panificadora en Durango

La industria panificadora en Durango enfrenta un panorama complicado este verano. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA), la informalidad en el sector alcanzó el 62%, una cifra inusual para esta temporada y que responde a factores tanto federales como a condiciones locales, informó el presidente del organismo, Fernando Flores Gómez.

El dirigente explicó que este nivel de operaciones irregulares representa una fuerte presión para los establecimientos formales, ya que genera una competencia desleal en precios y limita la posibilidad de crecimiento de los negocios que cumplen con obligaciones fiscales y laborales.

Aunque hasta el momento no se han registrado cierres de panaderías formales, el impacto económico se refleja en la reducción de personal. Flores Gómez detalló que muchos negocios trabajan con la plantilla mínima indispensable, lo que frena la generación de empleos en un sector que, tradicionalmente, suele absorber mano de obra de manera constante.

La CANAINPA señaló que el aumento en la informalidad está ligado a un entorno económico nacional que ha afectado la capacidad de operación de las pequeñas y medianas panaderías, sumado a la variabilidad en los costos de insumos y a las condiciones climáticas que influyen en la producción y en la demanda.

En ese sentido, Flores Gómez advirtió que la falta de regulación no solo repercute en la estabilidad de los negocios formales, sino también en la calidad y seguridad del producto que llega al consumidor. "El pan es un alimento básico en la mesa de las familias, y mantener estándares de producción es fundamental", subrayó.

El organismo empresarial llamó a reforzar la coordinación con autoridades locales y federales para atender la informalidad en el sector, pues de lo contrario, dijo, se corre el riesgo de que la cifra se mantenga o incluso se incremente en los próximos meses.