La rabia es una enfermedad viral grave que puede afectar tanto a animales como a humanos. Aunque es prevenible mediante vacunación, sigue siendo un riesgo en zonas rurales y periurbanas, donde el contacto con animales silvestres o domésticos infectados puede ser más frecuente.
A nivel nacional, entre 2024 y 2025 se han confirmado tres casos de rabia humana transmitida por animales silvestres, según datos de la Secretaría de Salud. El más reciente ocurrió en agosto de 2025, cuando una adolescente de 17 años murió en Zacatecas tras ser mordida por un zorrillo; la joven estuvo hospitalizada varios días, pero finalmente perdió la vida debido a una falla multiorgánica derivada de la enfermedad.
En Durango, las autoridades sanitarias refieren que desde hace más de 20 años no se registra un caso de rabia humana, aunque sí se mantienen en vigilancia los contagios en animales. Los esfuerzos de prevención se enfocan en campañas anuales de vacunación para perros y gatos, así como en la difusión de medidas preventivas ante mordeduras de fauna silvestre.
La rabia, pese a su baja incidencia, sigue siendo una amenaza real que requiere atención constante. La prevención mediante la vacunación de mascotas y la atención inmediata en caso de mordeduras son las herramientas más efectivas para evitar tragedias como las ocurridas en otras regiones del país.