La directora del Hospital de Salud Mental de Durango, Jessica Andrade, hizo un llamado a la sociedad y a los padres de familia a vigilar de manera constante la salud emocional de niños y adolescentes, con el objetivo de fortalecer su autoaceptación y ayudarles a controlar la frustración.
La especialista fue abordada sobre el caso de la adolescente que perdió la vida tras someterse a una cirugía estética en la capital del estado, hecho que ha generado indignación y un debate social y legislativo sobre la necesidad de mayores controles en este tipo de procedimientos.
"Es lamentable y espero que se tomen medidas a nivel legislativo para que no se repita. Se debe respetar la parte emocional de una menor de edad y recordar que somos un engranaje: no se trata solamente de lo físico, sino también de lo emocional", expresó la directora.
Andrade subrayó que la presión social y los estándares de belleza a los que están expuestos los adolescentes suelen detonar problemas de autoestima que, en algunos casos, derivan en decisiones de alto riesgo. Por ello, consideró fundamental que las familias acompañen de cerca a sus hijos, generen espacios de diálogo y promuevan una autoimagen positiva.
Asimismo, destacó que el fortalecimiento de la salud mental debe ser un eje de acción en las políticas públicas, al igual que la educación en valores y la prevención de adicciones, pues todo forma parte de un mismo tejido social.
El caso de la menor fallecida ha encendido alertas tanto en el sector salud como en el ámbito legislativo, donde ya se han planteado iniciativas para endurecer la regulación de las cirugías estéticas en menores de edad y garantizar que se tomen en cuenta no solo aspectos médicos, sino también psicológicos.