Las lluvias intensas del pasado fin de semana provocaron una caída de hasta el 65 por ciento en las ventas de restaurantes en la capital del estado, informó Adriana Porras, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac). Además de la baja afluencia de clientes, varios establecimientos sufrieron filtraciones e inundaciones que afectaron mobiliario y equipo.
El impacto no se limitó al sector restaurantero. La Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Durango realizó un sondeo entre sus afiliados y confirmó que al menos seis negocios registraron pérdidas económicas superiores a los 10 mil pesos, derivadas principalmente de daños estructurales, cortocircuitos y mercancía afectada por el ingreso de agua.
Los reportes señalan que los locales ubicados en zonas con problemas crónicos de drenaje fueron los más perjudicados. Las lluvias también complicaron la movilidad en el centro de la ciudad y otros puntos comerciales, lo que redujo significativamente la actividad económica durante el fin de semana.
Ambos organismos empresariales coincidieron en que la infraestructura urbana no está preparada para enfrentar lluvias de esta intensidad. Adriana Porras advirtió que, si no se corrigen las fallas en drenaje y se mejora el mantenimiento preventivo, los daños podrían repetirse en lo que resta de la temporada.
Por su parte, representantes de la Canaco hicieron un llamado a las autoridades municipales para revisar los puntos de riesgo y coordinar apoyos emergentes para los negocios afectados. Señalaron que la recuperación es complicada para pequeños comerciantes que operan con márgenes reducidos y sin seguros contra este tipo de contingencias.
A pesar de la gravedad del impacto económico, hasta ahora no se ha anunciado ningún programa oficial de apoyo o compensación para los comercios afectados. Empresarios advierten que la combinación de lluvias, falta de mantenimiento urbano y ausencia de respaldo institucional pone en riesgo la continuidad de varios establecimientos.