Localizan a 3 menores reportados como faltantes de casa hogar del DIF

Un acto de desesperación infantil terminó con un final controlado, pero revela una profunda fractura familiar. Tres menores, hastiados de la vida institucional, tomaron la decisión de escapar de su casa hogar para refugiarse en el calor de su abuela, un anhelo que las autoridades, tras encontrarlos, han vuelto a truncar al decretar que ese hogar no es un lugar seguro para ellos.

El incidente ocurrió durante el pasado fin de semana. Los tres niños, cuyas identidades se mantienen en reserva, salieron por su propia voluntad de la casa hogar bajo resguardo del DIF Estatal, ubicada en el fraccionamiento Fidel Velázquez. Su destino no era la calle, sino el consuelo de la familia, logrando llegar hasta el domicilio de su abuela.

Fue el propio gobernador del estado, Esteban Villegas, quien confirmó los hechos y ofreció los detalles. El mandatario explicó que la razón detrás de la fuga fue simple y contundente: los menores no querían estar en la institución. Su anhelo los llevó a emprender una huida que, aunque breve, encendió las alarmas del sistema de protección.

La localización fue rápida y precisa. Gracias al seguimiento realizado por el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo, mejor conocido como C5, las autoridades lograron dar con el paradero de los niños horas después de que se reportó su ausencia. Se encontraban a salvo en casa de su familiar.

Sin embargo, el reencuentro familiar duró poco. Las autoridades de protección a la infancia realizaron una evaluación de las condiciones en el hogar de la abuela. El resultado de esta valoración fue determinante: el entorno familiar no reunía las condiciones necesarias para garantizar el bienestar y la seguridad de los menores.

En consecuencia, y con el argumento de priorizar su protección y atención integral, los tres niños fueron reintegrados a la casa hogar del DIF Estatal. La institución volvió a convertirse en su residencia, ahora bajo medidas de vigilancia reforzadas para prevenir nuevos intentos de fuga.

Este caso pone en evidencia los complejos dilemas del sistema de asistencia social. Mientras que el estado actúa bajo el protocolo de salvaguardar a los menores, la decisión choca con el deseo explícito de los niños de vivir en un entorno familiar. El incidente deja al descubierto la dolorosa disyuntiva entre la seguridad institucional y el anhelo afectivo, un problema que no se resuelve con el simple regreso a la casa hogar.