Han pasado más de catorce años desde que Gema en Durango comenzó a buscar a su padre, desaparecido en 2010. Desde entonces, cada diciembre se convierte en un recordatorio de la ausencia. Como muchas otras familias en la entidad, ha recorrido oficinas, fiscalías y campos abiertos con la esperanza de encontrar una pista que le devuelva algo de paz.
La historia de esta familia se repite en distintos puntos del estado. De acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, Durango contabiliza más de 1,700 personas desaparecidas hat mayo de 2025, principalmente en los municipios de Durango, Gómez Palacio y Lerdo
De cada 10 personas desaparecidas, ocho son hombres y dos mujeres. La mayoría de los casos corresponden a jóvenes de entre 15 y 30 años de edad. En varios casos, familiares de víctimas han señalado que los jóvenes fueron convencidos de irse a trabajar a otras regiones del país, pero nunca regresaron.
A lo largo del último año, los colectivos de madres buscadoras en el estado realizaron más de 30 jornadas de rastreo en zonas rurales y urbanas, con acompañamiento de la Comisión Estatal de Búsqueda y personal de la Fiscalía General del Estado. Aunque se han localizado restos humanos en distintos puntos, la mayoría de los casos sigue en investigación.
En Durango, la búsqueda no se detiene. Detrás de cada cifra hay una historia que continúa, una familia que aún espera respuesta y un movimiento que, pese al cansancio y al paso del tiempo, mantiene viva la esperanza de volver a encontrar a los suyos.