El presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, Rogelio Soto Ochoa, informó que el Gobierno de México decidió prohibir la entrada de ganado proveniente de países del sur del continente. La medida responde a solicitudes que diversas organizaciones pecuarias habían planteado en meses recientes a la Presidencia de la República.
De acuerdo con Soto Ochoa, esta disposición permitirá reactivar el flujo de la ganadería nacional, ya que las engordadoras deberán recurrir a la compra de animales criados en territorio mexicano. Con ello, se busca generar un beneficio directo para los productores, quienes podrían recibir precios más justos por sus reses.
El dirigente explicó que, en años anteriores, la importación de ganado del sur generó una competencia desventajosa para los productores nacionales, pues el costo de los animales extranjeros resultaba menor, afectando la comercialización local. Con la nueva medida, se espera que el mercado interno recupere dinamismo y mejore la rentabilidad de los ranchos en entidades como Durango, donde la actividad ganadera constituye una de las principales fuentes de ingresos.
Asimismo, destacó que la restricción no solo representa un impacto económico positivo, sino que también contribuye a reforzar los controles sanitarios y de trazabilidad en el hato nacional, al reducir riesgos derivados de la movilización de ganado de otros países.
"Esta decisión marca un cambio importante para el sector, porque garantiza que las engordadoras tengan que abastecerse con el ganado de nuestros estados, dándole mayor estabilidad a la cadena productiva", señaló el dirigente.
Finalmente, Soto Ochoa subrayó que el reto ahora será fortalecer la capacidad de producción local para responder a la demanda, al tiempo que se mantiene la calidad genética y sanitaria del ganado mexicano.