José Morales, un duranguense de 35 años residente en Denver, Colorado, falleció el 8 de diciembre, frustrando sus planes de regresar a Durango para las festividades navideñas. Tras su repentino fallecimiento, su familia se enfrentó a la difícil tarea de reunir aproximadamente 400 mil pesos para repatriar su cuerpo.
José, quien visitaba a su familia una o dos veces al año, había trabajado en Estados Unidos durante años con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los suyos. Su hermano Edgar relató que la familia ya había comenzado a organizar las celebraciones de Navidad sin imaginar que todo cambiaría. La familia Morales atravesó una situación económica complicada para cubrir los costos de la repatriación, pero con esfuerzo lograron reunir el dinero necesario. Ahora, esperan la llegada de su cuerpo el 28 de diciembre para darle el último adiós.
El costo de repatriar un cuerpo desde Estados Unidos a México oscila entre 179 mil y 202 mil pesos. Esta cantidad cubre los gastos de documentación y traslado a la Ciudad de México, desde donde los familiares deben gestionar el resto del proceso, incluyendo los gastos de transporte al lugar de origen del fallecido o el traslado de las cenizas. En 2024, se han repatriado 63 duranguenses, de los cuales 41 fueron hombres y 22 mujeres.
La tragedia ha dejado un vacío irremplazable en la familia Morales, que ahora recibe a José no como lo esperaban, sino en un ataúd. En lugar de ser un tiempo de alegría y unión, estas fiestas se convierten en un recordatorio del alto precio que muchas familias migrantes deben pagar por buscar un mejor futuro lejos de su tierra natal.