Muere niña en IMSS Durango; familia denuncia presunta negligencia médica

Una profunda indignación y una demanda de justicia surgen tras el fallecimiento de una niña de apenas cuatro años de edad en la Clínica #1 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Durango. Los familiares de la menor denuncian una presunta negligencia médica como la causa directa de esta tragedia, señalando que su deceso pudo haberse evitado con una atención oportuna y diligente. La pequeña, quien desde su nacimiento enfrentaba condiciones de salud complejas por haber llegado al mundo de manera prematura y portar una válvula craneal, dependía de un seguimiento médico estricto y de intervenciones quirúrgicas puntuales para mantener su estabilidad.

Quienes se encuentran inmersos en el dolor y al mismo tiempo en una lucha por la verdad son los padres y familiares directos de la niña. Ellos han sido los testigos del calvario que vivió la pequeña durante sus últimos días y quienes ahora exigen, de manera vehemente, que se realice una investigación exhaustiva e inmediata para esclarecer los hechos y determinar las posibles responsabilidades del personal médico y administrativo de la institución. Su objetivo no es solo un acto de justicia para su hija, sino también una llamada de atención para evitar que otras familias tengan que pasar por una pérdida similar.

La forma en que se desarrolló la presunta negligencia, según el relato de la familia, fue a través de una serie de postergaciones críticas. La menor presentaba síntomas graves que, de acuerdo con los protocolos médicos, requerían de una intervención quirúrgica urgente. Sin embargo, la cirugía necesaria fue pospuesta en múltiples ocasiones a lo largo del fin de semana previo a su muerte. Estas dilaciones, aparentemente injustificadas, llevaron a un dramático deterioro en el estado de salud de la niña, quien finalmente dejó de reaccionar, culminando en el desenlace fatal.

El momento de la tragedia se concretó la noche del martes 7 de octubre, fecha en la que la pequeña perdió la vida. No obstante, el presunto acto de negligencia se habría cometido en los días previos, específicamente durante el fin de semana, cuando las reiteradas solicitudes de la familia para que se realizara la operación no fueron atendidas con la celeridad que la emergencia médica demandaba. Esta demora en la atención es el núcleo de la denuncia y lo que la familia considera una falla inexcusable del sistema.

El lugar donde ocurrieron los hechos es la Clínica #1 del IMSS, una institución que, por su naturaleza, debería ser un espacio de resguardo y recuperación para la salud de los derechohabientes. Que una muerte de esta naturaleza ocurra dentro de sus instalaciones genera serias dudas sobre los protocolos de urgencia, la disponibilidad de recursos y la capacidad de respuesta del personal frente a casos complejos. Este lamentable suceso no solo enluta a una familia duranguense, sino que pone bajo escrutinio la calidad de la atención médica en una de las instituciones de salud más importantes del estado, exigiendo una rendición de cuentas clara y transparente para restaurar la confianza de la ciudadanía en el sistema público de salud.