Nadie está listo para la muerte

La muerte es un tema que la mayoría evita hasta que toca de cerca. En Durango, como en el resto de México, pocas personas se preparan para el inevitable momento final. Solo el 4 % de los mexicanos cuenta con un plan funerario previsorio, lo que deja a la mayoría enfrentando gastos inesperados y decisiones difíciles en medio del duelo.

Los costos de los servicios funerarios varían según la opción elegida. Un funeral tradicional, que incluye funeraria y sepulcro, puede superar fácilmente los 40,000 pesos, mientras que la cremación representa una alternativa más económica, con un promedio nacional de 14,700 pesos. Contar con un plan funerario permite no solo cubrir estos gastos de manera anticipada, sino también reducir la carga emocional que enfrentan los seres queridos en un momento de pérdida.

La falta de preparación se relaciona con el desconocimiento, el tabú cultural y la percepción de que planear la muerte es un gasto innecesario. Sin embargo, la ausencia de un plan genera estrés y complicaciones para los familiares cuando llega el momento de despedirse de un ser querido. Los expertos coinciden en que hablar de la muerte y organizar un plan funerario es un acto de responsabilidad y cuidado hacia la familia.

Nadie está realmente listo para la muerte, pero se puede estar preparado. Tener un plan funerario no elimina el dolor, pero sí brinda tranquilidad, asegura que los últimos deseos se cumplan y protege a quienes quedan atrás. En Durango, la previsión permite enfrentar lo inevitable con dignidad y serenidad, transformando la incertidumbre en una decisión consciente y responsable.