El trabajo infantil continúa siendo un problema visible en Durango capital, especialmente en cruceros y zonas comerciales. Aunque la frecuencia ha disminuido gracias a la intervención del Sistema DIF Municipal, cada semana se detectan casos nuevos de niñas y niños realizando actividades económicas o pidiendo dinero en la vía pública.
Efraín de los Ríos, director del DIF Municipal, informó que a través del programa "Juntos por la Niñez" se atienden en promedio 20 reportes por semana, provenientes del C5, medios de comunicación y la ciudadanía. Las zonas con mayor incidencia son los cruceros del bulevar Domingo Arrieta, Felipe Pescador y los alrededores de plazas comerciales.
"Seguimos viendo menores, a veces acompañados por sus madres, realizando actividades que vulneran sus derechos. Afortunadamente, la mayoría accede a retirarse tras el primer llamado", señaló De los Ríos.
Actualmente, se tiene un padrón de aproximadamente 100 niñas y niños rescatados del trabajo infantil. A cada caso se le da seguimiento con apoyo psicológico, trabajo social y asesoría legal. Dependiendo de la situación, también se ofrecen becas escolares, talleres para padres y acompañamiento familiar.
El funcionario explicó que la problemática se presenta tanto en población local como en grupos foráneos, especialmente indígenas provenientes de Nayarit y del municipio de El Mezquital, que transitan por Durango rumbo a otras regiones. "Muchas veces los padres los dejan en situación de omisión de cuidados y es difícil darles seguimiento, pero también a ellos se les ofrece apoyo", añadió.
Gracias a un convenio con la Secretaría del Trabajo, el personal del DIF ya puede intervenir también en estacionamientos privados, donde antes no se tenía acceso. Además, se han distribuido imanes con números de denuncia en centros comerciales para facilitar el reporte ciudadano.
Para denunciar casos de trabajo infantil, el DIF Municipal pone a disposición el número 618 367 48 17, donde personal capacitado atiende y da seguimiento inmediato.
"La niñez debe estar en la escuela, no en la calle. Aunque el problema no ha crecido, un solo niño trabajando ya es motivo para actuar", concluyó.