Bonifacio Herrera, secretario del ayuntamiento, informó que no habrá una sanción adicional para la regidora Martha Palencia, quien debía pagar una multa por haber insultado a una autoridad. Aunque no se tiene certeza de que Palencia haya cubierto la multa correspondiente, Herrera señaló que no se buscará una sanción ejemplar, ya que la regidora ya se disculpó públicamente por su comportamiento. El caso, que generó controversia en el ámbito político y social, se considera resuelto tras la disculpa emitida por Palencia, quien reconoció su error y pidió disculpas a las autoridades y a la ciudadanía.
El incidente ocurrió cuando la regidora Martha Palencia profirió insultos contra una autoridad durante una sesión del ayuntamiento, lo que derivó en la imposición de una multa como medida disciplinaria. Sin embargo, la falta de claridad sobre si la multa fue pagada y la decisión de no aplicar una sanción adicional han generado opiniones divididas entre los ciudadanos y los miembros del cabildo. Mientras algunos consideran que la disculpa pública es suficiente para dar por cerrado el caso, otros opinan que se debió aplicar una sanción más contundente para establecer un precedente y evitar que este tipo de conductas se repitan en el futuro.
Bonifacio Herrera explicó que la decisión de no imponer una sanción adicional se basó en el principio de resolución pacífica de conflictos y en el reconocimiento de que Palencia asumió su responsabilidad al disculparse públicamente. Además, destacó que el objetivo principal de las sanciones es corregir conductas inapropiadas y no castigar de manera ejemplar, siempre y cuando haya un reconocimiento del error y una disposición a enmendarlo. En este sentido, consideró que la disculpa de la regidora cumplió con el propósito de rectificar su comportamiento y restablecer el respeto hacia las autoridades.
A pesar de que el caso se considera resuelto, algunos sectores de la población han expresado su descontento con la decisión, argumentando que las autoridades deben ser más firmes en la aplicación de sanciones para garantizar que se respeten las normas de conducta en el ámbito público. Este incidente ha puesto en evidencia la importancia de mantener un comportamiento respetuoso y profesional en las sesiones del ayuntamiento, donde se toman decisiones que afectan a toda la comunidad. Además, ha generado un debate sobre la necesidad de establecer protocolos claros para manejar este tipo de situaciones y garantizar que las sanciones sean aplicadas de manera justa y transparente.