Usuarios del Hospital General 450 han denunciado en redes sociales la falta de médicos y los problemas recurrentes en el suministro de energía eléctrica, lo que afecta la calidad de los servicios brindados. Estas quejas, presentadas por pacientes y familiares, señalan que la escasez de personal médico está generando retrasos en las consultas y tratamientos, lo que complica la atención a los enfermos.
Además, se mencionan interrupciones frecuentes en el servicio eléctrico, lo que pone en riesgo el funcionamiento adecuado de equipos médicos esenciales, como los sistemas de refrigeración para medicamentos y los equipos de diagnóstico.
Ante estas denuncias, la Secretaría de Salud del estado emitió un comunicado negando las afirmaciones de los usuarios, asegurando que tanto el número de médicos como el suministro de energía eléctrica están funcionando de manera normal.
No obstante, las quejas continúan siendo recurrentes entre los pacientes, quienes aseguran que la situación afecta directamente la atención que reciben. Este tipo de problemas ha generado preocupación, ya que muchos pacientes dependen del hospital para recibir atención médica oportuna, especialmente aquellos con enfermedades graves o crónicas. La controversia sigue abierta, ya que los usuarios expresan dudas sobre las condiciones reales del hospital y la calidad de los servicios que se brindan, lo que agrava la desconfianza en el sistema de salud pública.
El hospital, que atiende a miles de personas, se enfrenta a la presión de ofrecer servicios de calidad y cumplir con las expectativas de los ciudadanos. Sin embargo, la falta de personal médico y las fallas en los servicios básicos, como la energía eléctrica, continúan siendo temas de debate. A pesar de las respuestas oficiales, muchos pacientes siguen experimentando dificultades y señalan que la atención no es la adecuada, lo que les genera una sensación de abandono.
El problema no solo afecta a quienes buscan atención médica, sino también a las familias que tienen que hacer frente a las consecuencias de una atención deficiente. La incertidumbre sobre las condiciones del hospital persiste, mientras los usuarios siguen exigiendo soluciones para mejorar los servicios y garantizar la seguridad de los pacientes.