La Iglesia Católica tiene un nuevo guía espiritual. El Cardenal Robert Prevost, hasta ahora Prefecto del Dicasterio para los Obispos, ha sido elegido por el Colegio Cardenalicio como el nuevo Papa, adoptando el nombre de León XIV y convirtiéndose así en el 267° sucesor de San Pedro. Desde la Arquidiócesis de Durango, la noticia fue recibida con profundo gozo y un renovado compromiso con la misión evangelizadora.
Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, Arzobispo de Durango, expresó su alegría por este importante acontecimiento para la Iglesia Universal: "Hemos echado las campanas al vuelo, como una oración de gratitud a Dios que nos concede un nuevo Vicario de Cristo en la Tierra. Este momento fortalece nuestra fe y nos une como Iglesia Católica en todo el mundo."
El arzobispo destacó que la elección del Papa no es resultado de preferencias humanas, sino obra del Espíritu Santo, quien guió el discernimiento espiritual de los cardenales reunidos en cónclave. "El Espíritu Santo ha actuado y seguirá actuando a través del Romano Pontífice, especialmente en estos momentos desafiantes marcados por guerras, relativismo y tensiones dentro y fuera de la Iglesia", afirmó.
Desde Durango, se hizo un llamado a todos los fieles a ofrecer oraciones personales, Horas Santas y Eucaristías por el Papa León XIV, pidiendo que María, Madre de la Iglesia, lo acompañe con su protección maternal, y que Cristo, el Buen Pastor, lo sostenga en su nueva misión.
"El Papa es el vínculo de unidad para todos los católicos. Esperamos de él un corazón cercano, que no deje a nadie atrás, que guíe con su bastón de pastor a toda la Iglesia", agregó el Arzobispo Armendáriz. Asimismo, reafirmó el compromiso de la Arquidiócesis de seguir evangelizando con fidelidad al magisterio y a la palabra del Santo Padre.
En palabras del Arzobispo, el nuevo Papa "marca la pauta y nos pone el camino. Es un gran privilegio, pero sobre todo, una enorme responsabilidad. Oremos por él y alegrémonos con toda la Iglesia."