En Durango, la situación de calle es una problemática social creciente, marcada por el abandono, las adicciones y la exclusión. Quienes la padecen enfrentan no solo la falta de vivienda, sino también el deterioro de su salud física y mental, así como el rechazo social. Se estima que alrededor de 300 personas viven en estas condiciones en todo el estado, muchas de ellas atrapadas en ciclos de consumo de sustancias y sin acceso a servicios de salud ni redes de apoyo.
Ante este panorama, el Gobierno del Estado de Durango ha iniciado una estrategia de atención integral que ya muestra resultados concretos: más de 60 personas han sido rescatadas de las calles e ingresadas a centros de rehabilitación certificados, como parte del Programa de Atención a Personas en Situación de Calle con Problemas de Adicción.
El programa es liderado por la Secretaría de Salud, con apoyo del Hospital de Salud Mental Dr. Miguel Vallebueno, el Instituto de Salud Mental, Protección Civil Estatal y el Consejo Estatal para la Prevención y Asistencia de las Adicciones. De acuerdo con el titular de la dependencia, Moisés Nájera Torres, el objetivo es ofrecer un tratamiento médico, psicológico y social que permita a estas personas iniciar una nueva etapa de vida.
Una vez superada la fase de rehabilitación, los beneficiarios son trasladados a la Casa Hogar "Durango, Nuestra Esperanza", donde se integran a un proceso de reincorporación laboral y comunitaria. La directora del Hospital de Salud Mental, Dra. Jessica Andrade Márquez, destacó que este modelo interinstitucional busca no solo tratar la adicción, sino restaurar la dignidad y el proyecto de vida de quienes por años fueron invisibles para la sociedad.
El Gobierno del Estado reafirma así su compromiso de combatir las causas estructurales de la marginación y transformar vidas mediante políticas públicas centradas en la inclusión y la salud mental.