En Durango existe infraestructura agroindustrial sin operar pese a la inversión pública que se destinó para su construcción, afirmó el dirigente campesino Gustavo Pedro Cortés, quien señaló como ejemplo la planta comercializadora de frijol edificada hace algunos años en el municipio de Guadalupe Victoria, la cual permanece inactiva.
El productor explicó que el proyecto tenía como propósito empaquetar y dar valor agregado al frijol producido en la región, con el fin de mejorar el ingreso de los agricultores y fortalecer la cadena de comercialización. Sin embargo, dijo, la planta nunca entró en funcionamiento, convirtiéndose en un "elefante blanco" que representa la falta de planeación y seguimiento a las políticas públicas del sector rural.
"Fue una inversión importante que no se aprovechó. Es lamentable que, teniendo la infraestructura lista, no se haya puesto en marcha un proyecto que pudo generar empleo y mejorar el precio para los productores", expresó.
Cortés consideró que este año las autoridades deben redirigir los esfuerzos hacia apoyos reales para el campo, especialmente en el caso del frijol, cultivo clave en la economía agrícola de Durango.
Indicó que, aunque la cosecha de este ciclo fue buena, todavía existe una gran cantidad de frijol almacenado del año anterior, lo que ha provocado saturación en los centros de acopio y caída en los precios.
"La producción del año pasado se juntó con la nueva. Si no hay una estrategia efectiva de comercialización, muchos productores no podrán recuperar ni siquiera lo invertido", advirtió.
El dirigente campesino llamó a las autoridades estatales y federales a reactivar proyectos productivos existentes, como la planta de Guadalupe Victoria, y a diseñar mecanismos de compra o financiamiento que garanticen la colocación del grano a precios justos.
"El campo necesita soluciones de fondo, no obras abandonadas. De lo contrario, seguiremos viendo cómo las inversiones se desperdician mientras los campesinos enfrentan las mismas dificultades cada año", concluyó.