A pesar de las lluvias registradas en los últimos días en diversas regiones del estado, los principales embalses de Durango mantienen niveles bajos de captación y no superan, en promedio, el 40 por ciento de almacenamiento, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El reporte detalla que el volumen total de agua en las presas de la entidad se ubica en 32.9 por ciento, lo que refleja un déficit respecto a su capacidad de conservación. Entre los casos más críticos se encuentran la presa Lázaro Cárdenas, con apenas 26.2 por ciento de llenado, y la Villa Hidalgo, con 40.1 por ciento.
En contraste, algunos vasos hídricos presentan condiciones más favorables. La presa Santa Elena registra 98 por ciento de almacenamiento, mientras que la Francisco Villa alcanza 87.2 por ciento, niveles que las colocan por arriba del promedio estatal.
La disparidad en la captación responde a la distribución irregular de las precipitaciones, que han beneficiado a ciertas zonas pero no han impactado de manera significativa en cuencas con rezago histórico de agua.
De acuerdo con especialistas, esta situación mantiene bajo presión a sectores productivos que dependen del riego agrícola y al abasto para consumo humano, particularmente en regiones donde las presas registran porcentajes críticos. La condición obliga a mantener un monitoreo permanente y a diseñar estrategias de uso racional del recurso.
Conagua reiteró que las lluvias recientes han ayudado a estabilizar algunos cuerpos de agua, pero no han sido suficientes para revertir la condición de sequía acumulada en años anteriores. La dependencia llamó a reforzar las medidas de ahorro y a dar prioridad a la distribución eficiente en los municipios con mayor demanda.
La evolución del almacenamiento en presas será determinante en los próximos meses para definir escenarios de disponibilidad, tanto en el sector agrícola como en el suministro urbano. Mientras tanto, autoridades estatales y federales mantienen vigilancia sobre los vasos hídricos con menor captación para prevenir riesgos y garantizar el uso adecuado del agua.