Protección Civil detecta riesgos en puestos de la romería guadalupana

La fe y el comercio se entrelazan una vez más en los alrededores del Santuario, donde la instalación masiva de puestos para la romería guadalupana ha activado los protocolos de seguridad. Mientras los peregrinos se alistan para honrar a la Virgen, los inspectores municipales han iniciado una batalla silenciosa contra los riesgos ocultos entre los toldos y las luminarias, buscando evitar que la celebración se tiña de tragedia.

El director municipal de Protección Civil, Gustavo Paredes, informó que las revisiones comenzaron desde el miércoles 10 de diciembre, fecha en la que los primeros comerciantes empezaron a montar sus instalaciones en la explanada del Santuario. El operativo se enfoca en un punto crítico: verificar que todas las conexiones eléctricas y de gas cumplan estrictamente con la normativa de seguridad, un trabajo minucioso que busca prevenir incendios o explosiones en medio de la aglomeración.

Las inspecciones ya han arrojado los primeros hallazgos preocupantes. Se detectaron varios puestos que utilizaban cilindros de gas con una capacidad superior a la permitida, la cual está limitada a 10 kilos para este tipo de eventos masivos. El uso de tanques más grandes representa un riesgo elevado en un espacio con alta concentración de personas y estructuras inflamables.

Ante estas irregularidades, la acción de las autoridades fue inmediata. A los comerciantes infractores se les solicitó de manera formal la sustitución inmediata de los cilindros por otros que cumplan con la norma. Se les advirtió que, de no hacerlo, se harían acreedores a las sanciones económicas establecidas en el reglamento, las cuales podrían incluir, incluso, la clausura del negocio temporal.

Para garantizar el cumplimiento, Protección Civil ha establecido un operativo de vigilancia constante. Gustavo Paredes precisó que desde el 10 y hasta el 15 de diciembre se mantendrán rondines permanentes en toda la zona de la romería. Estos recorridos no solo buscarán más infracciones, sino que también servirán para asesorar a los vendedores y disuadir prácticas riesgosas, intentando conciliar la tradición comercial con la seguridad de miles de duranguenses.