En el municipio de El Oro, al norte de Durango, se reactivó una de las minas más representativas de la región, con una inversión encabezada por el empresario duranguense Bernardo Benjamín Ysita, quien informó que el proyecto generará 100 empleos directos en su primera etapa y alcanzará más de 300 conforme avance su desarrollo.
Ysita detalló que los trabajos iniciales consisten en el procesamiento de mil toneladas de jales, es decir, los residuos sólidos que resultan de la molienda del mineral, mediante tecnología de nueva generación que permite recuperar metales valiosos y reducir el impacto ambiental.
"Ya adquirimos parte de las minas que estaban en manos de otras empresas; ahora estamos unificando el trabajo para que El Oro recupere su papel como uno de los principales centros mineros del país. Contamos con todos los permisos y con una planta moderna que nos permitirá aprovechar de forma eficiente los recursos minerales", señaló el empresario.
La reactivación de la mina representa una oportunidad económica para la región, donde la minería ha sido históricamente una de las principales fuentes de empleo. El proyecto contempla la modernización de la infraestructura existente, la capacitación de personal local y la implementación de prácticas sustentables en los procesos de extracción y refinamiento.
De acuerdo con Ysita, la inversión busca revivir la actividad minera tradicional de El Oro bajo un modelo más eficiente y responsable con el entorno. "Nuestro compromiso es generar desarrollo y empleo, pero también hacerlo con respeto al medio ambiente y transparencia en las operaciones", agregó.
Con esta iniciativa, Durango refuerza su posición como uno de los estados con mayor potencial minero del norte del país, impulsando la atracción de capitales y la recuperación de zonas que en su momento fueron clave para la economía local.