Regreso a clases revela aumento en peso infantil

Las vacaciones de verano no solo significan descanso: para muchos niños en Durango implican un quiebre en la rutina que acaba repercutiendo en su peso y salud. El ocio prolongado suele venir acompañado de más comida chatarra, menos actividad física y menos control parental, ciclo que se agudiza justo al regresar al aula.

El sobrepeso y la obesidad infantil representan un problema creciente en Durango. Estudios muestran que 39?% de los niños de 5 a 11 años presenta sobrepeso, mientras que 25?% padece obesidad. Esta condición no solo afecta la salud física aumentando el riesgo de diabetes y problemas cardiovasculares, sino que también genera ansiedad, baja autoestima y estrés, especialmente al reintegrarse a la escuela.

Durante las vacaciones, se potencia un escenario de riesgo: cambios en el sueño, más pantallas y menos ejercicio; juntos favorecen el aumento de peso, especialmente en los niños que ya tenían sobrepeso.

El gobierno federal activó la estrategia "Vive saludable, vive feliz" que, desde marzo, prohíbe la venta de comida chatarra dentro y fuera de escuelas, e incorpora censos médicos y brigadas para medir y educar sobre el sobrepeso. En Durango, la SEP y padres de familia impulsan medidas para regular puestos de comida alrededor de las escuelas e integrar desayunos saludables en planteles.

El regreso a clases no solo es marcar la entrada: marca también un momento decisivo para frenar el sobrepeso infantil. Revertirlo requiere más que normas; exige que escuelas, familias y autoridades coordinen acciones reales para proteger la salud de los niños, antes de que la rutina escolar vuelva a disfrazar la obesidad como normalidad.