Represalias y conflicto sindical agravan crisis laboral y riesgos en CECYTE Durango

Un nuevo frente de conflicto laboral se abre en el ya convulsionado sistema del CECYTE en Durango, donde las acusaciones de represalias y la desatención a la salud de una trabajadora avivan la confrontación entre el sindicato independiente y la directiva central. El caso de una empleada lesionada se convierte en el epicentro de una batalla que trasciende lo administrativo y toca la dignidad y la integridad física del personal.

El Sindicato de Trabajadores de la Educación Media Superior del CECYTE denunció públicamente que la directiva del subsistema, encabezada por el director general Cuauhtémoc Armas, ha implementado una serie de represalias en contra de sus agremiados. Esta acusación amplía y profundiza el conflicto laboral que inició con el caso de la maestra María de Lourdes Cervantes, llevando la disputa a un terreno aún más delicado.

El ejemplo más concreto de estas presuntas represalias es el caso de María Plácida Flores Aguilar, trabajadora del plantel 06 Los Charcos. La empleada, quien se desempeñaba como cocinera, sufrió una caída en el centro de trabajo que le provocó una hernia y otras afectaciones físicas. Pese a contar con recomendaciones médicas explícitas que indicaban la necesidad de un cambio de puesto para su recuperación, la trabajadora fue reubicada forzosamente en su labor original, poniendo en grave riesgo su salud.

El sindicato acusa que esta decisión arbitraria responde a presiones del sindicato oficialista, con el cual la directiva mantiene una relación preferente. La raíz del conflicto, según la organización gremial, es el rechazo del director Cuauhtémoc Armas a reconocer la legitimidad y la personalidad jurídica del STEMSCECyTED, un desconocimiento que ha derivado en la exclusión y el hostigamiento hacia sus integrantes.

Este nuevo capítulo de tensión evidencia que la crisis interna del CECYTE está lejos de resolverse. Por el contrario, se ramifica desde los casos de presunto acoso laboral, como el de la maestra Cervantes, hasta situaciones que ponen en peligro la integridad física de los trabajadores, pintando un panorama institucional donde el diálogo ha sido sustituido por la confrontación y donde el bienestar del personal parece quedar en un último plano, sepultado por los intereses y las pugnas de poder.