Un total de 150 migrantes centroamericanos fueron localizados dentro de la caja de un tráiler abandonado en el municipio de Santa Clara, Durango, cuando intentaban llegar a Estados Unidos. Entre ellos se encontraban mujeres embarazadas, niños y adultos mayores, quienes recibieron atención humanitaria inmediata por parte de las autoridades estatales y municipales.
El secretario General de Gobierno, Héctor Vela Valenzuela, informó que los migrantes fueron auxiliados tras la denuncia de un ciudadano que alertó sobre la unidad estacionada en la zona limítrofe con Zacatecas. Destacó que, a diferencia de hace seis meses, cuando era frecuente el tránsito irregular de migrantes, principalmente en la región de La Laguna, actualmente los casos han disminuido. "Este es un asunto que corresponde a la Fiscalía General de la República, pero como Gobierno del Estado garantizamos ayuda humanitaria", puntualizó.
Por su parte, el alcalde de Miguel Auza, Zacatecas, municipio vecino de Santa Clara, relató que al conocerse la situación se dispuso del salón ejidal para albergar temporalmente a las personas, en lo que llegaban las instancias competentes. Protección Civil, autoridades municipales y el Instituto Nacional de Migración (INM) acudieron al lugar para brindar atención médica, alimentación y el traslado seguro de los migrantes.
Los testimonios recabados señalan que las personas permanecieron varias horas en condiciones de hacinamiento y sin ventilación, lo que puso en riesgo su salud e integridad. Afortunadamente, no se reportaron fallecimientos, aunque algunos presentaron cuadros de deshidratación y crisis nerviosa.
El hallazgo refleja los riesgos que enfrentan los migrantes en su paso hacia la frontera norte, donde son víctimas de abandono por parte de traficantes de personas que los dejan a su suerte. Las autoridades de ambos estados reiteraron que continuarán trabajando en coordinación con el INM para atender estos casos y reforzar los operativos de seguridad en la región.
Este hecho reaviva el debate sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección humanitaria y de seguridad en los corredores migratorios del país, particularmente en entidades como Durango y Zacatecas, donde el tránsito irregular sigue siendo una realidad.