Durante los días festivos del 24 y 25 de diciembre, los restaurantes en Durango registraron una caída del 15% en sus ventas, según Adriana Porras, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC). Aunque algunos establecimientos lograron cubrir sus costos operativos básicos, los ingresos no cumplieron las expectativas.
El punto crítico, de acuerdo con Porras, no radica únicamente en la baja en las ventas, sino en la forma en que los consumidores están ajustando sus hábitos de gasto. El uso de tarjetas de crédito fue una constante, lo que revela que muchas familias están dependiendo del crédito para afrontar los gastos decembrinos. Por otro lado, la falta de aumento en el dinero en efectivo circulante pone en evidencia una economía local que no termina de recuperarse.
Ahora la esperanza radica en las cenas de fín de año, en donde hay un incremento pero en la oferta. Hoy se pueden ver, afirmó la lider cameral, anuncios de varias personas que prometen elaborar las cenas de año nuevo. Cuando hace unos años eran solo unos cuantos y que ya se habían acreditado en el mercado local.
Sin embargo, Porras advirtió que el panorama para el 2025 será desafiante debido a los ajustes salariales y a las prestaciones laborales recientemente anunciados. Estos cambios, aunque beneficiosos para los trabajadores, significan un incremento en los costos operativos para los negocios, lo que podría impactar directamente en sus márgenes de ganancia. En cuanto a las propinas, mientras no se genere una modificación de ley, las cosas continúan igual, a discreción del consumidor.
La industria restaurantera de Durango deberá adaptarse a estos retos para mantenerse competitiva. Esto incluye implementar estrategias que atraigan a más consumidores y optimizar los recursos para enfrentar los costos crecientes. El uso de tecnología y el fortalecimiento de alianzas con proveedores serán claves para superar un año que promete ser especialmente retador para el sector.