Desde 2023, Sara fue diagnosticada con neuroblastoma de alto riesgo, un tipo de cáncer infantil que ya hizo metástasis en sus huesos. Desde entonces, su vida y la de su familia cambiaron por completo.
Al principio fue atendida en el CECAN, donde recibió el tratamiento básico. Sin embargo, el abasto se interrumpió y su familia ha tenido que cubrir los costos por su cuenta. Las quimioterapias, las intervenciones quirúrgicas y las sesiones de radiación han sido constantes. La batalla médica ha sido larga y difícil.
Más del 80% de los casos de neuroblastoma se diagnostican antes de los 5 años de edad. Durango es uno de los estados con mayor tasa de incidencia de cáncer infantil, con 189.53 casos por cada 100 mil habitantes entre 0 y 9 años.
Sus padres, Said y Aby, crearon la cuenta "Unidos por Sara" para visibilizar el proceso y buscar apoyo. En ella han compartido tanto los momentos más duros como los avances. Aunque los especialistas advirtieron desde el inicio que el panorama era complejo, la familia sigue buscando alternativas.
Actualmente, su esperanza está puesta en el Naxitamab, una inmunoterapia con resultados positivos en otros menores. Pero cada ciclo cuesta más de 750 mil pesos y se requieren seis. El tratamiento completo supera los 4.5 millones de pesos.
Para costearlo, lanzaron una campaña en GoFundMe y realizan rifas, ventas de comida y otras actividades. La venta más reciente fue de pizzas, con ingresos destinados íntegramente a su atención médica. En redes sociales, cientos de personas han compartido la historia.
El caso de Sara muestra lo que muchas familias viven: la enfermedad y el esfuerzo colectivo por sostener una esperanza.