La Semana Santa comenzó en Durango con una emotiva celebración del Domingo de Ramos, donde cientos de fieles se congregaron para conmemorar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. La procesión, encabezada por el arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez, partió del Templo de San Juanita de los Lagos y culminó en la Catedral Basílica Menor.
Con palmas en mano, cantos litúrgicos y un ambiente de profunda espiritualidad, los asistentes recorrieron las calles del Centro Histórico, reviviendo un acto de fe que año con año une a las familias duranguenses. Ya en la Catedral, el arzobispo celebró la Santa Misa y ofreció un mensaje de reflexión, invitando a la comunidad a vivir esta Semana Santa con auténtica entrega espiritual.
"La Semana Santa no es solo una tradición, es un tiempo de conversión, de mirar a Cristo y renovar la esperanza", expresó Armendáriz ante los asistentes que abarrotaron el templo.
En los alrededores, comerciantes locales ofrecían ramos decorados y artículos religiosos, como parte de una tradición popular que complementa la vivencia religiosa con el sustento económico de muchas familias.
Las actividades de Semana Santa continuarán durante la semana con el Jueves Santo, el Viacrucis del Viernes Santo y la Vigilia Pascual, hasta culminar con la celebración del Domingo de Resurrección el próximo 20 de abril.
Con esta celebración, Durango da inicio a uno de los momentos más significativos del año para la comunidad católica, donde la fe, la devoción y la tradición se hacen presentes en cada rincón de la ciudad.