El asesinato del activista conservador Charlie Kirk no solo conmocionó a Estados Unidos, también colocó al director del FBI, Kash Patel, bajo una lupa política
Este martes, el funcionario compareció ante el Comité Judicial del Senado, donde respondió a cuestionamientos tanto de legisladores republicanos como demócratas sobre la manera en que manejó la investigación.
La sesión estuvo marcada por un intercambio ríspido.
"No pienso irme a ningún lado. Si quieren criticar mis dieciséis años de servicio, adelante", lanzó Patel, decidido a no dar un paso atrás pese a los llamados a evaluar su permanencia en el cargo
El error en X que encendió la polémica
Las críticas más severas provinieron de su actuación en redes sociales.
Horas después del crimen, Patel publicó en X que el principal sospechoso había sido detenido.
La información resultó incorrecta: el hombre fue liberado poco después. Ese tropiezo comunicativo alimentó dudas sobre la seriedad con la que el FBI llevaba el caso.
Patel, no obstante, justificó su estrategia. Explicó que la difusión de imágenes y datos del sospechoso, Tyler Robinson, permitió que su propio padre lo reconociera y lo convenciera de entregarse. "¿Me expresé mal en el calor del momento? Sí. ¿Me arrepiento? No", sentenció
Política y narrativas
El presidente Donald Trump cerró filas con Patel.
"Lo hizo en dos días. Otros casos tardaron semanas o incluso años", dijo, elogiando la rapidez del FBI y presentando el episodio como ejemplo de eficacia de su administración.
Patel queda así en un terreno complicado: respaldado por la Casa Blanca, pero bajo la mirada del Congreso.