Una sombra de descontento y presunta negligencia se cierne sobre el Instituto Mexicano del Seguro Social en Durango, donde siete quejas formales por malos tratos y atención prehospitalaria tardía han sido presentadas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Estos casos, que reflejan la frustración de usuarios que alegan haber sido víctimas de trato indigno y demoras críticas en su atención médica, han traspasado la esfera local para llegar a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, único organismo con la facultad para investigar y sancionar a una institución de carácter federal.
La titular de la CEDH en Durango, la doctora Karla Obregón, confirmó la recepción de estas siete quejas y su posterior turno a la CNDH. Quienes se encuentran en el centro de las acusaciones son diversos miembros del personal del IMSS, cuyas acciones u omisiones son señaladas por los quejosos como la causa de un trato vejatorio o de retrasos inaceptables en la atención médica urgente. Por su parte, los afectados son ciudadanos duranguenses que, en momentos de vulnerabilidad, confiaron en el sistema de salud pública y se sintieron defraudados.
La forma en que se han desarrollado estos casos inicia cuando un usuario o familiar considera que sus derechos humanos fueron violentados durante la atención en alguna clínica u hospital del IMSS. Proceden entonces a interponer una queja formal ante la CEDH, organismo que, al tratarse de una institución federal, funge como un canal de recepción para luego remitir todos los expedientes a la CNDH en la Ciudad de México. Es esta última instancia la responsable de realizar la investigación exhaustiva, recabar evidencias, escuchar a las partes involucradas y, en su caso, emitir una recomendación pública no vinculante.
El momento actual de estas quejas es de espera. Aunque ya fueron recibidas y canalizadas, la doctora Obregón aclaró que hasta ahora la CNDH no ha emitido ninguna recomendación derivada de estos expedientes específicos. Esto significa que los casos se encuentran en alguna fase del proceso investigativo, que puede ser largo y meticuloso, sin que se haya llegado a una conclusión oficial sobre la presunta responsabilidad del personal imputado.
El lugar donde se originaron estas quejas son las instalaciones del IMSS en el estado de Durango, aunque la CEDH no ha especificado las unidades médicas particulares involucradas. La situación pone bajo reflectores la calidad del servicio y el trato humano en una de las instituciones de salud más importantes de la entidad. La ausencia de recomendaciones hasta el momento no significa la inexistencia del problema, sino que subraya la lentitud de los procesos administrativos en la búsqueda de la justicia y la reparación para los usuarios que se sienten vulnerados en sus derechos más esenciales: el acceso a una salud oportuna y a un trato digno.