En Durango, la aparente disponibilidad de empleo contrasta con una realidad económica preocupante: muchas familias enfrentan deudas impagables que frecuentemente derivan en juicios mercantiles. El 12% de los usuarios de tarjetas de crédito, vales de despensa y préstamos por aplicaciones móviles enfrenta deudas problemáticas que superan su capacidad de pago, reflejando uno de los principales riesgos del sobreendeudamiento en la entidad.
Esta situación se ha vuelto particularmente visible durante periodos como el regreso a clases, que tradicionalmente representaba una oportunidad para que comerciantes locales recuperaran recursos. Sin embargo, la realidad actual es diferente, ya que las familias priorizan el pago de deudas sobre nuevos gastos, afectando directamente la economía local.
Aunque los pagos digitales facilitan el consumo, impulsan el crédito y reducen costos de manejo de efectivo, también han generado barreras significativas. Los adultos mayores y las comunidades rurales sin acceso a tecnología enfrentan dificultades para integrarse a este sistema, mientras que pequeños comerciantes deben absorber comisiones bancarias que reducen sus márgenes de ganancia.
En Durango, el 40% de la población aún depende predominantemente del uso de efectivo, especialmente en zonas rurales y entre vendedores ambulantes. Esta dependencia limita la inclusión financiera y contrasta con el crecimiento acelerado de las plataformas de préstamos digitales, que si bien ofrecen acceso rápido al crédito, también han contribuido al ciclo de endeudamiento problemático.
El sobreendeudamiento no solo afecta la estabilidad económica familiar inmediata, sino que tiene consecuencias a mediano y largo plazo. Familias que destinan gran parte de sus ingresos al pago de deudas ven limitadas sus posibilidades de ahorro, inversión en educación o mejora de su calidad de vida. Además, el estrés financiero constante impacta negativamente en la salud y bienestar de los duranguenses.
Esta problemática requiere atención tanto de autoridades financieras como de instituciones educativas, promoviendo mayor educación financiera y mecanismos de protección al consumidor. El equilibrio entre la innovación en medios de pago y la prevención del sobreendeudamiento será crucial para asegurar que el desarrollo financiero beneficie realmente a todas las capas de la sociedad duranguense.