Tensión creciente entre México y Estados Unidos

La relación entre México y Estados Unidos atraviesa tensiones crecientes en materia de seguridad y migración. Aunque ambos gobiernos mantienen canales de cooperación, las diferencias estratégicas se han profundizado desde el regreso de Donald Trump a la presidencia estadounidense.

En el ámbito de seguridad, la colaboración bilateral ha resultado en operativos conjuntos contra el narcotráfico. Recientemente, autoridades estadounidenses incautaron 11.5 kilos de fentanilo y arrestaron a 16 personas, incluyendo a un presunto miembro del Cártel de Sinaloa, en una operación de seis meses de la DEA. Simultáneamente, México ha desplegado 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte para reforzar el combate al tráfico de drogas y la migración irregular. 

Sin embargo, la cooperación se ve ensombrecida por propuestas unilaterales de Washington. Trump ha sugerido enviar tropas estadounidenses a territorio mexicano para combatir a los cárteles, iniciativa rechazada por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien enfatizó la inviolabilidad de la soberanía nacional.

En cuanto a migración, la administración Trump ha intensificado las deportaciones, alcanzando 152,000 personas desde enero. Además, se ha implementado un programa que ofrece 1,000 dólares a migrantes indocumentados que acepten regresar voluntariamente a sus países de origen. México, por su parte, se prepara para recibir a los connacionales devueltos, con la presidenta Sheinbaum destacando la necesidad de brindar apoyo a los deportados.

La dinámica actual refleja una relación bilateral compleja, donde la cooperación coexiste con presiones unilaterales. México enfrenta el desafío de mantener la colaboración en seguridad y migración, mientras defiende su soberanía y busca condiciones equitativas en la relación con su principal socio comercial.