A pesar del reciente operativo de inspección que derivó en la clausura de tres comercios chinos por no contar con los permisos correspondientes, varias de estas tiendas continúan operando en la ciudad. Humberto Santana, regidor municipal, calificó el operativo como un acierto, pero señaló la necesidad de una mayor supervisión en estos establecimientos.
Santana destacó que es importante verificar no solo los permisos de operación, sino también el tipo de productos que se están vendiendo y los precios a los que se ofrecen. Según explicó, los precios bajos en algunos de estos comercios han generado preocupación entre los comerciantes locales, quienes consideran que estas prácticas afectan sus ventas y su competitividad.
El regidor subrayó que este es un tema que debe ser analizado con detenimiento para garantizar un equilibrio en el comercio local. Además, instó a las autoridades a mantener inspecciones constantes para asegurar que todos los establecimientos, independientemente de su origen, cumplan con la normatividad vigente y operen en igualdad de condiciones.
"El objetivo no es limitar el comercio, sino que todos operen de manera justa, con los permisos adecuados y respetando las regulaciones. Esto permitirá proteger a los comerciantes locales y garantizar que los consumidores reciban productos de calidad", puntualizó.
El tema de los comercios extranjeros, particularmente los de origen chino, ha generado debate en la ciudad, ya que algunos sectores consideran que su presencia afecta negativamente al comercio tradicional. Autoridades locales deberán evaluar si las inspecciones realizadas son suficientes o si se necesitan medidas adicionales para regular la actividad de estos establecimientos.