El reciente Acuerdo Nacional Maíz-Tortilla representa una oportunidad clave para estabilizar el precio de la tortilla en México, y en especial en Durango, donde las tortillerías ya reciben maíz blanco a precios preferenciales para alcanzar ese objetivo.
A nivel nacional, el acuerdo plantea reducir alrededor de un 5% el precio del kilo de tortilla en los próximos seis meses, con la meta de llegar a una baja de hasta el 10% al final del sexenio. En Durango, el proyecto ya se puso en marcha: el estado fue una de las primeras entidades donde se entregó maíz blanco a tortillerías, a un costo de aproximadamente 6,000 pesos por tonelada, frente a los casi 10,000 pesos que cuesta en el mercado libre.
Aunque el precio promedio del kilo de tortilla en Durango se mantiene en alrededor de 22 pesos, el acuerdo brinda a las tortillerías adheridas acceso a maíz barato y apoyos para modernizar sus equipos, lo que podría traducirse en ahorro para el consumidor.
El mecanismo del programa es voluntario para tortillerías, pero establece que quienes participen se comprometan a mantener precios controlados, utilizar insumos con respaldo oficial y mejorar la trazabilidad de la cadena maíz-harina-tortilla.
Para los consumidores duranguenses, este acuerdo significa que podría haber tortillas más económicas sin sacrificar calidad. Para los pequeños industriales de la masa y la tortilla, representa un alivio de costos y un impulso para competir y formalizarse. El éxito de este programa dependerá de la adhesión de las tortillerías, la vigilancia de la calidad y del cumplimiento de los compromisos. En Durango, la maquinaria ya está en marcha; lo que sigue es ver resultados concretos en la mesa de cada hogar.