Trabajador municipal sufre caída por lámpara en mal estado
En la ciudad de Durango, un trabajador municipal sufrió un accidente mientras realizaba sus labores en el departamento de parquímetros. El incidente ocurrió en el primer cuadro de la ciudad, específicamente en la calle Pasteur, casi esquina con la avenida 20 de Noviembre.
El trabajador, quien no proporcionó su nombre a este medio, cayó accidentalmente en un hueco que quedó en el suelo donde debería haberse colocado una luminaria. Este descuido en el mantenimiento de las instalaciones públicas resultó en una lesión en uno de los dedos del pie derecho del trabajador.
Afortunadamente, un ciudadano que transitaba por la zona brindó su apoyo y auxilio, ayudando al trabajador a recibir la atención necesaria en ese momento. A pesar de la lesión, el trabajador se mostró preocupado por las condiciones del lugar y solicitó que las autoridades municipales tomen medidas inmediatas para reparar las irregularidades en las calles de la ciudad, especialmente en el primer cuadro, que es una de las zonas más transitadas, y donde los riesgos para los peatones son mayores, particularmente para los adultos mayores.
El llamado enérgico de la víctima resalta la necesidad de realizar mantenimiento adecuado a las instalaciones públicas, ya que no solo se trata de evitar accidentes, sino también de garantizar la seguridad de los ciudadanos que a diario transitan por estas áreas. La falta de atención y la presencia de estos riesgos en las calles afectan tanto a los trabajadores que desempeñan sus labores en la vía pública como a los peatones en general.
En este contexto, se hace urgente que las autoridades locales intervengan y realicen las reparaciones necesarias para prevenir futuros accidentes y mejorar la infraestructura en zonas clave de la ciudad. Este accidente pone de manifiesto la importancia de mantener en buen estado las calles y las instalaciones urbanas, especialmente en áreas con gran afluencia de personas, como el primer cuadro de la ciudad.
Las autoridades deben tomar en cuenta que estos pequeños detalles pueden marcar la diferencia entre la seguridad y la vulnerabilidad de los habitantes de Durango.
