La mañana de este viernes 3 de octubre, trabajadores del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) número 130 tomaron las instalaciones de la institución educativa, ubicada en Durango, impidiendo el acceso a alumnos, personal docente y administrativo. La medida de presión se llevó a cabo desde las primeras horas del día y ha generado incertidumbre entre la comunidad escolar, especialmente entre los cientos de estudiantes que se quedaron sin clases.
Los inconformes demandan la destitución inmediata del subdirector del plantel, a quien señalan por diversas irregularidades administrativas y laborales. Asimismo, exigen la designación oficial de un director que dé certeza y continuidad a las actividades académicas, ya que aseguran que el plantel ha permanecido bajo una gestión inestable. Otra de sus peticiones principales es la realización de una auditoría administrativa que permita esclarecer el manejo de recursos dentro del centro escolar.
El cierre de la institución ocasionó que numerosos alumnos que llegaron puntualmente a tomar sus clases no pudieran ingresar, lo que provocó descontento y preocupación entre los padres de familia. Algunos de ellos se manifestaron en contra del cierre, pues consideran que la medida afecta directamente a los estudiantes; sin embargo, también dijeron comprender las exigencias de los trabajadores, al reconocer que sus peticiones buscan mejores condiciones para la operación del plantel.
Los trabajadores señalaron que la toma de las instalaciones es una medida pacífica, pero advirtieron que mantendrán la protesta hasta que las autoridades educativas correspondientes atiendan sus demandas y brinden soluciones concretas. Insistieron en que no se trata de un movimiento aislado, sino de una acción respaldada por el malestar generalizado del personal que labora en el CBTIS 130.
Padres de familia y alumnos expresaron su preocupación por el posible retraso en el calendario escolar y pidieron a las autoridades estatales y federales intervenir lo antes posible, a fin de evitar mayores afectaciones al desarrollo académico. "Entendemos a los trabajadores, pero también pedimos que se llegue a un acuerdo pronto, nuestros hijos no deben ser los más perjudicados", expresó una madre de familia a las afueras del plantel.
Hasta el momento, las autoridades educativas no han emitido una postura oficial respecto a la toma del centro escolar. Los trabajadores, por su parte, reiteraron su disposición al diálogo, pero insistieron en que no levantarán la protesta hasta obtener respuestas claras y compromisos firmes.