La creciente presencia de vehículos tipo Razer en la mancha urbana ha encendido el debate sobre la necesidad de su regulación. La regidora Tita de la Parra señaló que, aunque estos vehículos son utilizados comúnmente para traslados en zonas rurales o serranas, también circulan dentro de la ciudad, lo que implica riesgos particulares para los demás usuarios de la vía pública.
De la Parra explicó que los Razer, al ser vehículos motorizados, deben ser reconocidos legalmente dentro del marco estatal como una categoría específica, lo cual permitiría incluirlos de manera formal en el reglamento de tránsito. "Estos vehículos tienen la misma capacidad de causar un accidente fatal que cualquier automóvil, pero su estructura abierta los hace aún más peligrosos para sus ocupantes y para terceros en un entorno urbano", advirtió.
Actualmente, aunque se prevé su clasificación como motorizados, no existe un lineamiento claro que determine si deben portar placas, lo que complica su fiscalización. La regidora indicó que, al no haber un reconocimiento legal por parte del estado, no puede exigirse formalmente el uso de placas en este tipo de unidades. "La placa es un trámite estatal, y para que sea obligatoria en los Razer, primero se tiene que reconocer su figura jurídica como vehículo motorizado específico", explicó.
Reconoció también que este tipo de vehículos son necesarios para quienes viven en la sierra, ya que por sus características son ideales para transitar en caminos difíciles. Sin embargo, insistió en que su circulación en la ciudad debe ser limitada o regulada de forma clara. "No se trata de prohibir, sino de ordenar. Si el Razer va a compartir las calles con vehículos convencionales, debe cumplir con las mismas normas de seguridad y circulación", puntualizó.
La propuesta busca equilibrar el derecho al uso de este tipo de transporte con la necesidad de garantizar la seguridad vial para todos los ciudadanos.