El virus Coxsackie volvió a aparecer en Durango durante el 2025, y ya suma al menos 29 casos confirmados en distintos municipios del estado, de acuerdo con la Secretaría de Salud de Durango (SSD). Este virus, que suele afectar principalmente a niños menores de cinco años, se ha detectado en planteles escolares y guarderías, provocando fiebre, ampollas en boca, manos y pies, y un riesgo latente de contagio en temporada de calor. Aunque las autoridades aseguran que los cuadros son leves, los especialistas advierten que su propagación silenciosa podría ser mayor de lo que reflejan los registros oficiales.
El Coxsackie pertenece a la familia de los enterovirus, y aunque muchos padres lo desconocen, es una de las causas más frecuentes de fiebre y erupciones cutáneas en menores. Se transmite por contacto directo con saliva, secreciones o heces contaminadas, lo que facilita su rápida expansión en entornos infantiles.
A nivel nacional, la Secretaría de Salud federal ha reconocido brotes recientes en entidades como Campeche y Nuevo León, lo que confirma que el virus mantiene presencia activa en México.
Los síntomas inician con fiebre, dolor de garganta y lesiones tipo aftas en la boca, seguidos de ampollas en manos y pies, razón por la que también se conoce como "enfermedad de manos, pies y boca". En la mayoría de los casos el padecimiento es leve, pero en situaciones excepcionales puede causar meningitis, miocarditis o inflamaciones severas, especialmente en personas con defensas bajas.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salud recomiendan mantener a los niños enfermos en casa hasta su recuperación y evitar el contacto con otros menores, ya que el virus puede continuar en el organismo varios días después de desaparecer los síntomas visibles.
Epidemiólogos señalan que el virus Coxsackie tiende a incrementar su circulación entre mayo y septiembre, coincidiendo con el regreso a clases y el clima cálido.
Sin embargo, en Durango ?donde los casos se concentran en la capital y zonas escolares de Gómez Palacio y Lerdo?, la vigilancia epidemiológica aún enfrenta limitaciones, pues no todos los cuadros son diagnosticados mediante pruebas de laboratorio.
Muchos padres confunden los síntomas con los de una simple gripe o infección bucal, por lo que el número real de contagios podría ser mucho mayor al que reportan las autoridades. El sector salud recomendó reforzar las medidas básicas de higiene: lavado constante de manos, desinfección de objetos, ventilación de espacios y aislamiento de niños enfermos.
En guarderías y preescolares, se pidió a los docentes notificar de inmediato cualquier sospecha y limpiar con cloro superficies de uso común. Aunque no existe una vacuna ni tratamiento antiviral específico, la atención médica temprana y el control de síntomas son suficientes para una recuperación segura.
En Durango, los casos confirmados son apenas una muestra de lo que podría estar circulando silenciosamente entre las aulas. Mientras los padres siguen confundiendo los síntomas con un resfriado común, el virus encuentra terreno fértil para propagarse. La prevención, más que una recomendación, es una responsabilidad compartida: un simple lavado de manos puede marcar la diferencia entre un aula saludable y un brote fuera de control.