10 mil visitantes en el Santuario
Desde muy temprano los fieles hicieron una larga fila para entrar de forma ordenada a la casa de la virgen morena, para llevarle sus ramos de flores, pedirle favores o dar gracias por todo lo recibido.
Un caso es el de Rocío Morales quién hace poco menos de un año fue operada de las rodillas, pero aún así no podía caminar. Su fe en la virgen de Guadalupe la hizo salir adelante.
"Yo tuve una cirugía en mis piernas. No me podía aliviar y gracias a Dios estoy de pie. Hace nueve meses me hicieron una cirugía en mi rodilla y parecía que no quería quedar, pero gracias a Dios ya hasta el bastón dejé. No corre, pero caminar ya puedo gracias a la virgen y a mi padre Dios".
Otros como Rodrigo acuden año con año porque así se lo inculcaron en su familia para dar gracias a la virgen del Tepeyac por el simple hecho de estar vivo.
"Yo desde chiquito desde bebé mi mamá me traía y a mí me gusta mucho venir porque siempre he sido muy devoto. Siempre he creído en la Virgen de Guadalupe me gusta mucho venir a rezarle a pedirle por mi familia que agradecerle, pues agradecerle porque tengo un trabajo, tengo mi familia, porque puedo salir a cotorrear con mis amigos, porque puedo divertirme simplemente la dicha de estar vivo".
Tanto en el interior como en el exterior del Santuario se observaba niños de todas las edades vestidos como San Juan Diego así como una mujer vestida como la Virgen Morena.
La visita al templo del Santuario también es un buen pretexto para pasar el día con la familia y degustar de una gran variedad de antojitos mexicanos, desde tamales, pozole, tostadas, hasta dulces típicos como son los tradicionales buñuelos.
"Los buñuelos con su caldito, están buenos es una tradición. Los tamales sí lo tradicional", detalló Carlos Navarro.