El gobernador Rubén Rocha Moya confirmó que la muerte de las niñas Leydi y Alexa no fue producto de un fuego cruzado, como se manejó inicialmente.
Aseguró que las autoridades federales ya investigan a fondo y que no habrá impunidad.
Dijo que el caso está por judicializarse, se liberarán órdenes de aprehensión y se aplicará la ley sin distinciones.
Rocha reiteró su compromiso con las familias, docentes y estudiantes del estado: este crimen no quedará impune ni debe repetirse.