Los baches se multiplican por toda la ciudad. No es casualidad. La combinación de asfaltos de baja calidad, construcciones deficientes y el constante paso de vehículos pesados por vialidades no diseñadas para soportarlos, está colapsando el pavimento.
En Guadalajara, el ayuntamiento identificó 11 mil puntos críticos a causa de baches. Para combatirlos, destinará 72.5 millones de pesos en 2025. En Zapopan, el presupuesto supera los 200 millones de pesos. Tlajomulco, por su parte, ya intervino 23 mil metros cuadrados y amplió 200 millones de pesos para atender emergencias, especialmente en la conflictiva zona de Adolf Horn. Tlaquepaque y Tonalá también reportan severos daños.
Pero, ¿por qué aparecen los baches que, con el tiempo, se transforman en verdaderos cráteres?
Debajo de cada calle existe una base de tierra que sostiene el peso del asfalto y los vehículos. Esa base, hecha con materiales del terreno, necesita mantenerse seca y compacta. El problema surge cuando el agua de lluvia se filtra. Si los sistemas de drenaje -como cunetas, colectores y pozos- fallan o se saturan, la humedad penetra el subsuelo y debilita las capas internas. Entonces, el pavimento se hunde y nace el bache.
El tipo de suelo también influye. La grava drena bien, pero la arcilla retiene el agua por más tiempo. En zonas con lluvias intensas o sin buen drenaje, el daño se acelera. Especialistas advierten que muchas vialidades se construyen sin tomar en cuenta estos factores, particularmente el drenaje.
Si tu cambias el entorno de lo que tenías en la ciudad, pues obviamente esa construcción ya no va a responder. Por lo tanto, tienes que ver qué capacidad tienes instalada y partes de ahí para desarrollar. Si tú vas a desarrollar más, cambiará la capacidad que se tiene en las redes sanitarias, en las redes hidráulicas", expresó María Elena González Ruíz, presidenta del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Estado de Jalisco
Reparar a tiempo es crucial. Un bache no es solo un hoyo: puede ocultar problemas estructurales graves. Si no se atiende, daña vehículos y provoca accidentes.
Además, el tráfico pesado agrava el problema. En Adolf Horn, miles de camiones pasan cada día camino al aeropuerto o a los parques industriales de la carretera a Chapala. En Juan Gil Preciado, el paso constante de carga destruye por completo el asfalto.
Expertos coinciden en que el material usado para pavimentar es clave. En muchos casos, los pavimentos no resisten el uso diario. Por eso, piden auditorías que revisen qué materiales se están colocando y si realmente conviene usar asfalto, o si es necesario optar por concreto hidráulico.
Un ejemplo de la poca duración de los asfaltos fue en 2010, cuando el Ayuntamiento de Guadalajara tramitó un crédito por más de mil millones de pesos para pavimentar 30 vialidades durante el gobierno de Aristóteles Sandoval. Aunque las obras se realizaron, en varias de esas calles los baches regresaron en menos de tres años.
La ciudad parece condenada a repetir los mismos errores: obras costosas, materiales deficientes y una infraestructura que no resiste el paso del tiempo.