Avances mínimos tras recomendación por contaminación del Río Santiago
Han pasado 14 años desde la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha tras caer a las aguas contaminadas del Río Santiago, también han pasado 13 años desde que la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una Macro recomendación en la que se acreditaba diversas violaciones al medio ambiente y la salud de los pobladores.
Los avances hasta ahora han sido mínimos; las industrias instaladas a las faldas del río siguen arrojando metales pesados al agua sin que la autoridad haga algo, mientras que cada vez más pobladores enferman del riñón o de cáncer, reconoce Fernando Zambrano Paredes, Coordinador de Seguimiento del organismo. "Si bien es cierto, ha habido avances significativos, estos no han incidido en que mejoren las condiciones del agua y no solamente el agua sino de la salud de todas las personas que viven a lo largo y ancho del Río Santiago (...) Este es un problema que ante la complejidad del mismo, tiene que haber una coordinación de los tres niveles de gobierno (...) para qué, para que cada quien en el ámbito de su competencia hagan lo que la normativa les marque".
Raúl Muñoz Delgadillo, presidente del Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto, que en la última década ha emprendido una lucha férrea con pobladores de la zona, reconoce que si bien se logró la instalación de la planta de tratamiento de El Ahogado, esta medida ha sido insuficiente, pues solo trata aguas domésticas, además el gobierno sigue sin querer tocar los intereses de los particulares. "Ya después que pasaba el tiempo nos faltó qué más sigue porque debería de seguir ahí detener las descargas, exigir a las industrias que trataran cada una sus aguas (...) Las reglas por muy laxas que sean establecen que todas tengan sus plantas de tratamiento, ni así se cumplió".
El Colectivo tiene documentados por lo menos a más de mil enfermos renales en la presa del Ahogado, la gran mayoría pertenecen a El Salto y otros a Tlajomulco, aunque también a decir de la Comisión Estatal de Derechos Humanos la cifra podría ser mucho mayor. Entre los habitantes, persiste la resignación y desconfianza hacia las autoridades que han prometido por décadas que solucionarán el problema. "¿Qué necesitan para arreglar el agua? hay un zancudal.. se ha muerto nada más no le digo yo de qué enfermedades, ha de ser por el agua (...) lo malo que toda Juanacatlán, alrededores estamos mal todos", refirió uno de los habitantes.
José Antonio Gómez Reyna, profesor investigador de la Universidad de Guadalajara, coindice en que uno de los principales problemas en torno al Río Santiago es la omisión por parte de las autoridades, pues hasta ahora no ha habido castigo para quienes continúan contaminando "En Europa el que contamina paga, pero no nada más paga con dinero, paga con cárcel y aquí tenemos leyes y las leyes establecen que si tú contaminas hay un delito que lleva cárcel pero aquí todo mundo contamina y no hay ningún proceso, ningún consignado".