Además de la extracción de agua y la evaporación, otros de los riesgos del lago son la contaminación, el lirio y las invasiones a la zona federal
Aunque las primeras lluvias del temporal ya permitieron que el Lago de Chapala recobrara algunos centímetros de nivel, su recuperación total es un objetivo lejano. Esta cuenca, la más grande de México y fuente esencial de abastecimiento para la Zona Metropolitana de Guadalajara, apenas alcanza la mitad de su capacidad.
Datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) indican que actualmente el lago se encuentra al 50 por ciento de llenado, con un volumen aproximado de 4 mil millones de metros cúbicos, de los casi 8 mil que puede almacenar en su totalidad. A pesar del alivio temporal que traen las lluvias, expertos advierten que el panorama aún es delicado.
Situación Lago de Chapala
50% de almacenamiento al 18 de julio
Fuente: Comisión Nacional del Agua
Expertos mencionan que si se mantienen los buenos temporales como los registrados desde 2021, Chapala podría alcanzar hasta el 70 por ciento de su capacidad en los próximos tres años. Para este año, se estima el lago podría cerrar con un nivel de 58 por ciento, si las lluvias continúan con regularidad. Diversos factores amenazan esta recuperación. Entre ellos, el crecimiento urbano desordenado en los alrededores del lago, que intensificado la extracción de agua. Esto hace inviable pensar en un desbordamiento como los que se presentaban en las décadas de 1950 y 1960. Otro factor preocupante es el incremento en la temperatura del agua. En 1990, el lago registraba temperaturas máximas cercanas a los 21 grados Celsius. Hoy en día, esas cifras rondan los 25 grados y todo indica que seguirán en aumento. Esta variación afecta directamente al ecosistema lacustre y a las especies que lo habitan. El lirio acuático representa una amenaza adicional. Aunque su presencia es común en cuerpos de agua dulce, en Chapala ha proliferado al grado de acelerar la evaporación del agua y dificultar su oxigenación.
Además, la invasión a la zona federal del lago continúa sin freno. Las construcciones ilegales y el uso de terrenos ganados al agua modifican el comportamiento natural del cuerpo lacustre, lo que afecta su regeneración y altera el equilibrio ambiental.
El Lago de Chapala tiene una profundidad media de siete metros y aporta aproximadamente 6.6 metros cúbicos de agua por segundo a Guadalajara. Esta dotación equivale a 208 millones de metros cúbicos anuales y representa una reducción de 20 centímetros en el nivel del lago cada año.
A pesar del respiro que trae cada temporal, el futuro del Lago de Chapala depende no sólo del clima, sino también de una gestión ambiental efectiva, políticas de conservación y voluntad para enfrentar los desafíos ecológicos que amenazan su existencia.