Desde primeras horas de este martes, organizaciones campesinas de Jalisco participan en el paro nacional del sector agrícola, con concentraciones y cierres parciales en dos puntos carreteros: el kilómetro 40 de la Guadalajara - Manzanillo y la caseta de Ocotlán, en la vía Guadalajara - México.
Los contingentes se movilizan con tractores y, por ahora, mantienen afectaciones intermitentes al tránsito mientras avanzan en bloque para visibilizar sus demandas.
Los manifestantes (provenientes de la Ciénega, Los Altos y Tlajomulco) reclaman un pago que cubra costos de producción, particularmente en el maíz; estiman que producir un kilo cuesta alrededor de 5.5 pesos, pero las comercializadoras pagan 4.8, lo que, aseguran, vuelve inviable la actividad.
Su "única demanda", señalan, es la instalación inmediata de una mesa de diálogo con autoridades federales para acordar un precio de compra justo. Además del maíz, reportan afectaciones por bajos precios en trigo, sorgo, limón, leche y aguacate.
De acuerdo con convocantes, en Jalisco participan 30 mil productores en coordinación con la movilización simultánea anunciada a nivel nacional por agrupaciones como la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), el Frente Democrático Campesino (FDC) y el Congreso Agrario Permanente (CAP). La protesta de este martes fue difundida en varios estados y contempla bloqueos y concentraciones en aeropuertos, autopistas y casetas.
El telón de fondo es la caída de ingresos para productores de granos y la discusión sobre un precio mínimo por tonelada de maíz -referido por dirigentes en 7,200 pesos-, así como la presión por reducir intermediación en las cadenas de comercialización.
En el terreno, la jornada transcurre de manera pacífica, con presencia de tractores y maquinaria agrícola en los accesos señalados. Los organizadores advierten que las acciones podrían escalar si no hay respuesta oficial. Los manifestantes realizan bloqueos totales de manera intermitente y minutos después liberan el paso.
Productores locales recuerdan que una siembra de maíz demanda alrededor de seis meses de trabajo, consumo de agua, diésel, fertilizantes y agroquímicos, además de supervisión técnica y uso de maquinaria, elementos que no se ven reflejados en el precio de compra actual.