La escalada del conflicto entre Israel y Gaza ha dejado, hasta el 8 de mayo de este año, al menos 34,735 personas muertas en Gaza, entre ellas más de 5,958 mujeres y 7,797 niños.
Ante esta situación, diversos organismos internacionales han señalado que podrían estarse cometiendo crímenes de guerra.
Pero ¿qué son exactamente los crímenes de guerra? ¿Y qué repercusiones tienen los señalados?
Un crimen de guerra se refiere a violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario cometidas durante un conflicto armado.
Esto puede ocurrir tanto en guerras entre países (conflicto internacional) como dentro de un mismo Estado (conflicto interno), siempre que se infrinjan normas y costumbres reconocidas en los tratados internacionales.
Estos actos están definidos en instrumentos clave como los Convenios de Ginebra de 1949 y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI), adoptado en 1998.
Entre las principales conductas tipificadas como crímenes de guerra se encuentran:
Estos crímenes pueden ser juzgados tanto por tribunales internacionales como por sistemas judiciales nacionales, según el caso y la jurisdicción
La Corte Penal Internacional no solo investiga crímenes de guerra; también aborda casos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y, desde 2018, el crimen de agresión: el uso injustificado de la fuerza armada por un Estado contra otro.
Las sanciones incluyen penas de prisión -desde varios años hasta cadena perpetua-, órdenes de arresto internacional (válidas en los 125 Estados Parte del Estatuto de Roma, como México, Italia, Francia, Japón y El Salvador), y también restricciones políticas: prohibición de ocupar cargos públicos, pérdida de inmunidades diplomáticas y sanciones económicas como el congelamiento de activos.
Militares, líderes políticos, comandantes y hasta empresas pueden ser considerados responsables de cometer crímenes de guerra
Sin embargo, no todos los responsables son castigados. La impunidad sigue siendo un obstáculo frecuente por causas como: