Con una misa de cuerpo presente en la Parroquia de Santa María Magdalena, en el poblado de La Magdalena, amigos y familiares le dieron el último adiós a Rafael Durán.
Hoy sus seres queridos lo recuerdan como un joven que le gustaba el fútbol y dedicado al trabajo. "Cuando era chico le gustaba el fútbol mucho, pero ya cuando se casan. Ahorita la vida como está se dedicaba el trabajo, muy de lleno al trabajo, muy responsable en su trabajo. La empresa donde estuvo en los últimos dos o tres años era fundamental para ellos, ya que les sacaba el trabajo y estaba a cargo de 10 o 15 personas", señaló el señor Rafael Durán, padre de Rafa.
Rafael Durán, de 35 años, desapareció el 27 de enero, en el poblado de Santa Lucía, en Zapopan. El lunes 10 de abril a las 12 del día, sus restos fueron localizados en un barranco de 40 metros de profundidad, en la comunidad de Palo Gordo, en un operativo en el que participaron familiares, el colectivo FUNDEJ, autoridades estatales y municipales.
Tuvo que pasar un mes hasta que los resultados de las pruebas de genética realizadas en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses confirmaron científicamente que los restos encontrados en Palo Gordo, correspondían a Rafael. "Es muy complicado el SEMEFO la verdad tiene sobre trabajo, y tardaron más de un mes en darnos a Rafita", detalló Blanca Durán, hermana de Rafael.
El día del hallazgo, elementos de Protección Civil de Zapopan y Guadalajara, con apoyo del helicóptero Halcón de la Policía zapopana, se encargaron de extraer el cuerpo y entregarlo al personal del Servicio Médico Forense para que lo trasladaran a sus instalaciones.
Por el caso, hay dos personas detenidas en el Estado de Durango, que son el patrón de Rafael y otro empleado, quienes estuvieron por última vez con la víctima en un rancho que se ubica a unos 700 metros del lugar en donde fueron localizados los restos de la víctima.