Erika, la empleada de la joven influencer de 23 años, Valeria Márquez, asesinada el pasado martes 13 de mayo, dentro de su estética, en Real del Carmen, en Zapopan, ha sido víctima de ataques y amenazas digitales, ya que fue ella quien apagó la transmisión en vivo que estaba haciendo Valeria al momento del crimen y apareció en la imagen, así lo señaló en un video difundido en tik tok, Jazmín Escamilla Ochoa, abogada de Erika.
En el video señaló que la exposición en redes de imágenes de Erika, sin consentimiento, han provocado comentarios que incitan al odio y al linchamiento digital. "Ella no quería que Valeria fuese vista de esa forma. No obstante, tanto su imagen como la de Valeria han sido difundidas ampliamente. Las han convertido en objeto de morbo y de especulación. Desde ese momento, Érika ha sido víctima de persecución mediática y digital; ha recibido acusaciones infundadas, amenazas y evidentemente ha sido sometida a un juicio público. Esto atenta contra su vida, contra su seguridad emocional, contra su integridad física y es fundamental subrayar que estar presente en un hecho delictivo no equivale a ser culpable y sobre todo tengamos en cuenta que no todas las personas reaccionamos igual ante una situación traumática".
Recalcó que estas conductas están tipificadas como delitos en el Código Penal de Jalisco, bajo la figura del ciberacoso. La litigante señaló que Érika trabajaba para Valeria, fue contratada en el salón para ofrecer servicio de uñas y su presencia en el lugar de los hechos, obedecía exclusivamente a motivos laborales.
Indicó que tras el crimen, Erika quedó en estado de shock, por lo que decidió detener la transmisión con la única intención de evitar que la última imagen de su empleadora, fuera difundida o viralizada. "Claro que el shock paraliza, claro que el miedo bloquea y que el cuerpo va a reaccionar como pueda. Esa reacción humana no la convierte en responsable. Ella es una víctima más de una escena atroz que nunca debió haber ocurrido, pero sobre todo nadie, ni tú ni yo, podemos afirmar cómo habríamos reaccionado ante semejante horror".
Además, desmintió la información que ha circulado recientemente, en la que se asegura que Erika acudió a la Fiscalía a realizar un retrato hablado. "Esa información evidentemente es falsa. Rogamos no compartir ni reproducir datos inexactos que claramente únicamente contribuyen a la desinformación y al daño. Todas las personas que estamos del lado de ella estamos colaborando plenamente con las autoridades y estamos tomando todas las medidas necesarias para salvaguardar su integridad".
Finalmente indicó que ya emprendió acciones necesarias para proteger sus derechos y detener la difusión no autorizada de su imagen.