El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., defendió este miércoles la respuesta sanitaria del país ante los recientes brotes de sarampión, que ya suman más de 1,100 casos en 31 estados, con tres muertes registradas, entre ellas la de dos menores sin vacunar en Texas.
En una audiencia ante la Cámara del Congreso, Kennedy aseguró que el manejo de la situación es igual o mejor que el de otras naciones.
Kennedy Jr. comparó los datos de Estados Unidos con los de otros países: "México tiene aproximadamente la misma cifra, con un tercio de nuestra población, y la semana pasada se registraron ahí 300 casos adicionales".
También mencionó que Canadá reporta más de 1,500 casos con solo una octava parte de la población estadounidense, mientras que Europa Occidental suma alrededor de 6,000 casos.
Ante los cuestionamientos de la congresista demócrata Rosa DeLauro sobre la forma en que el país ha enfrentado estos brotes y los recortes propuestos por la Administración de Donald Trump a la investigación médica y a entidades como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el secretario se limitó a responder que las críticas estaban equivocadas.
A pesar de que el sarampión se creía erradicado en Estados Unidos desde el año 2000, la enfermedad resurgió en 2024. Tan solo en lo que va de 2025, se han registrado 14 brotes relacionados, es decir, con tres o más casos conectados entre sí, y el 93% de los contagios confirmados están asociados a estas infecciones grupales.
En comparación, en 2024 se habían reportado 16 brotes y el 69?% de los infectados (198 de 285) formaban parte de cadenas de contagio, según cifras oficiales. Estos datos muestran un aumento en la propagación y en la concentración de los casos.
Kennedy Jr., conocido por sus posturas polémicas sobre las vacunas, evitó pronunciarse sobre si vacunaría a sus propios hijos. "Mis opiniones sobre las vacunas son irrelevantes. No quiero parecer evasivo, pero no creo que la gente deba seguir mis consejos médicos", declaró durante la audiencia.
En marzo pasado, Peter Marks, quien lideraba el área de vacunas en la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), renunció a su cargo argumentando que la designación de Kennedy Jr. como secretario de Salud representa una amenaza, debido a su historial como promotor de teorías antivacunas. Aunque Kennedy negó durante su audiencia de confirmación ser antivacunas, durante este brote recomendó el uso de medicina alternativa.