Los datos biométricos -como huellas dactilares, rostro, iris o voz- se usan cada vez más para identificar personas en trámites oficiales, accesos a oficinas, pagos y servicios digitales
Pero, a diferencia de una contraseña, si se ven comprometidos, no pueden cambiarse, lo que aumenta el riesgo de suplantación de identidad, advierte Kaspersky.
Los expertos señalan que muchos equipos que recopilan o almacenan información biométrica han registrado intentos de infección por malware, lo que pone esta información en riesgo constante.
Por qué la biometría no es infalible
La biometría se ha popularizado porque permite validar identidad de forma rápida y segura. Sin embargo, los expertos advierten:
"No se trata de temer, sino de crear un entorno digital donde tanto usuarios como organizaciones protejan adecuadamente estos datos", explica María Isabel Manjarrez, investigadora de Kaspersky para América Latina
Recomendaciones para proteger tus datos biométricos
Proteger la información biométrica no solo resguarda tu identidad, sino que también evita problemas permanentes derivados de su mal uso en entornos digitales y físicos.