Esta tarde se inauguró la vigésima octava Asamblea General de la Federación Internacional de Universidades Católicas en las instalaciones de la Universidad del Valle de Atemajac, bajo el lema "Las universidades católicas como coreógrafas del conocimiento". Del 28 de julio al 1 de agosto, 31 oradores expertos, desde sus distintos roles y posturas, compartirán sus visiones respecto de la educación superior, la fe y su rol en la sociedad frente a los retos humanos actuales.
Ante la presencia de 240 representantes de casas de estudio, sacerdotes y responsables de las políticas educativas, el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, recordó que las universidades católicas no deben olvidar el lado humano de la formación en los estudiantes, para generar líderes éticos y congruentes en sus acciones en benefició de la humanidad.
Robles Ortega resaltó el papel de las universidades en un mundo marcado por crisis sociales, polarización y pérdida de sentido. " Los jóvenes exigen de nuestros recintos educativos, ser lugares de formación integral, promotoras de la verdad con amor", impulsoras de la creatividad, constructoras de una cultura de cercanía, diálogo y paz, la Universidad Católica nace del corazón de la Iglesia y debe contribuir en el desarrollo de la dignidad humana mediante la investigación, al enseñanza y los diversos servicios ofrecidos".
El Presbítero Licenciado Francisco Ramírez Yáñez, rector de Univa, destacó que la asamblea permitirá hacer una evaluación sobre a donde van las universidades católicas, coexistiendo con la innovación y la fe, dando vida a los centros de conocimiento como agentes de la transformación, la cohesión social y el servicio, como un llamado a la corresponsabilidad. "Esta asamblea debe convertirse en una señal de que Dios nos ama siempre. ellos y ellas, los jóvenes son no solamente el futuro, son ya el presente de un mundo mejor que empieza a nacer". Aseguró que las instituciones de educación superior tienen el deber de ser espacios de verdad, justicia y paz.
Por su parte el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano, recordó que la universidad debe favorecer la singularidad de cada persona, pero dentro de una comunidad. "La universidad debe ser un espacio propicio para la singularidad, donde cada persona pueda convertirse en protagonista de su propia formación", dijo.
El cardenal de Mendoca, citó lo subrayado por el Papa León XIV en su mensaje, en español, a los participantes en la XXVIII Asamblea General de la Federación Internacional de Universidades Católicas. "Las universidades católicas como "itinerario de la mente hacia Dios", e Papa la califica de expresión muy bella, que invita a la armonía, a la unidad, al dinamismo y a la alegría en la educación".
El desarrollo de la Asamblea, coincide con la celebración de los 100 años de vida de la Federación Internacional de Universidades Católicas FIUC, es la mayor organización en su tipo a nivel mundial, agrupa a más de 250 instituciones de educación superior de identidad católica en todos los continentes y de todas las denominaciones y congregaciones.
Fue establecida en el año 1948 por decreto de la Santa Sede, siendo reconocida formalmente al año siguiente por el Santo Padre, Pío XII. La FIUC colabora de forma permanente con los organismos vaticanos que son responsables de promover la educación, la cultura y el desarrollo humano integral, entre muchos otros asuntos inherentes al trabajo de la Iglesia, las universidades y los países.